Pequeña muuuuy pequeña me sentí allí, es como que formar parte de un clan de desesperados donde las ilusiones son mínimas y el optimismo brilla por su ausencia.
En cuanto salí de allí, decidí gestionar mi tiempo de otra manera y considerarme desempleada que no parada y parece que esta mentalidad me está ayudando, porque en el día a día a día sigo madrugando para no perder la rutina y estar preparada cuando un trabajo llame a mi puerta, disfruto del aprendizaje que me proporciona los cursos gratuitos y de calidad que he encontrado en la red, asisto a ferias que me reportan contactos, me preparo en lo que son mis debilidades profesionales, hago repostería y disfruto de mi tiempo libre y mi familia a tope; así que, intento ver la situación lo más positiva posible. Con esto, no quiero decir que no me preocupe el entorno en el que vivo y como la economía personal se resiente, pero ¿qué puedo hacer? verlo ++++++++++ (positivo)
¡¡¡¡¡Ahh!!!! lo que más me deprime es estar al borde de los 45 años, ser mujer, preparada y tener pocas opciones al trabajo porque con estas características parece que "se me pasa el arroz".
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