Té, pastas, un buen libro y lo mejor: gente maravillosa con quien compartir noventa minutos no solo de los aspectos más importantes de una lectura, sino de lo que hay dentro de cada una de nosotras: el vaivén de la vida, el amor, la amistad, el trabajo, la salud, la familia y lo que dejamos ver cuando estamos rodeadas de confianza.
Me gustan los besos de colores, la dulce atención de la madre del proyecto, las lágrimas de emoción, las risas y el poder tocar y sentir las emociones y sentimientos de cada una de nosotras.
Gracias a todas ellas,mi ilusión sigue viva, mi camino cada vez se hace más corto para lograr llegar a la meta porque cuando alguien se propone algo y persevera lo logra, pero si en las bambalinas tus compañeras te animan, hay medio camino recorrido.
No dejéis de poner todo vuestra atención en lo que deseéis porque es una buena manera de conseguir hacer realidad vuestros deseos. Nada es imposible.
